La batalla de Lomas de San Juan
El 1 de julio de 1898, 500 españoles emularon en tierras cubanas la gesta de los 300 espartanos de las Termópilas y, aunque su heroico sacrifico resultó finalmente estéril (pues de todos es sabido cuál fue el resultado final de la guerra hispano-norteamericana), hicieron reconocer a uno de los jefes norteamericanos, el luego presidente Theodore Roosevelt: «Aquel día los españoles demostraron ser unos valientes enemigos, dignos de honor por su bizarría»
En recuerdo de la gesta de aquellos valientes, traemos aquí el artículo de D. José Enrique López Jiménez, Teniente Coronel de Ingenieros, que ofrece la Revista Ejército nº 860, de diciembre de 2012: